10 de Junio del 2022

La piel y sus cuidados.
¿Por qué exfoliar la piel es importante?

El órgano más grande y extenso del cuerpo es la piel. Nos recubre y protege de todo lo que sucede en el exterior de diferentes maneras a través de sus diferentes mecanismos de defensa.

La piel sirve como un filtro entre el exterior y nuestro interior que regula el metabolismo y la temperatura corporal, es el encargado de sintetizar la vitamina D, absorber nutrientes; y su tarea -quizá- más importante: mediante ella tenemos el lujo de tener sentido del tacto.

Por lo tanto, cuidar de ella es una tarea imprescindible y vital, que no por eso complicada, que podemos adoptar implementando breves cambios a nuestros hábitos diarios, entre ellos la hidratación, la eliminación del consumo de alcohol y tabaco, llevando una alimentación sana, haciendo actividad física frecuente, realizando una rutina de limpieza diaria, pero sobre todo exfoliándola.

Lo más fácil a la hora de asear la piel de nuestro cuerpo es usar agua y jabón. Sin embargo, no se trata de una tarea sencilla, pues la constante regeneración de las células de la epidermis, así como los residuos que deja la contaminación, se van quedando acumulados día a día en su superficie y para deshacernos de ellas es necesaria una limpieza que vaya más allá.

Exfoliar la piel de forma periódica ayudará a conseguir una piel saludable que todos notarán, pues esta también ayudará a retrasar su envejecimiento.

¿Cómo me exfolio y con qué?

Para ello, primero hay que limpiar previamente cualquier tipo de residuo que esté sobre la piel ya sea maquillaje, polvo, sudor, grasa, u otras sustancias. Para este paso puedes ayudarte de la línea de toallitas húmedas, agua o jabón.

Luego, con la piel libre de estas impurezas y húmeda, prosigue a exfoliar la piel usando tus productos de confianza, ya sea utilizando paños, toallitas, esponjas o cepillos; pero también con exfoliantes físicos como los hechos con azúcar, café, sales, y hasta semillas o cáscaras trituradas; o exfoliantes químicos como los alfa-hidroxiácidos (AHA), los beta-hidroxiácidos (BHA) y los poli-hidroxiácidos (PHA), pero todo lo determinarán las necesidades de tu piel, y si eres o no alérgico a algún compuesto. Para eso se recomienda siempre hacer una prueba previa.

Durante la exfoliación haz movimientos gentiles y haciendo pequeños círculos. De esta manera conseguirás retirar células muertas y los residuos que queden en la piel, pero sin dañarla. Haz esto por unos 10 minutos.

La frecuencia recomendada de esta limpieza a fondo es de en promedio cada siete días, pero todo se determinará de acuerdo a las necesidades de tu piel, y los consejos de tu dermatólogo.

¿Cuáles son los beneficios de tener una piel libre de residuos?.

Cómo ya vimos, la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, que nos recubre externamente, y el que nos da nuestra apariencia personal. Por lo tanto, mantenerla limpia a profundidad con constancia nos ayudará entre otras cosas a eliminar la piel muerta, la cual, de media, se regenera cada mes por sí sola.

Ayuda a cerrar los poros y que ahí se acumulen suciedades como polvo, grasa, etc. Esto conlleva también a frenar o disminuir el acné; estrías y hasta celulitis. Contribuye además a prevenir que se enquisten los vellitos. Y una de las más beneficiosas es el de la estimulación del Sistema Linfático y circulatorio.

Pacifica Women Care cuenta con una línea de toallitas exfoliantes que gracias a sus texturas y fórmulas son ideales para purificar la piel que se adaptan a cada tipo de necesidades.

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