Tal vez hacer “home office” no es color de rosa, menos para las que somos mamás con niños pequeños. Pero queremos que sepas que estamos contigo y te entendemos, es por eso mismo que queremos compartirte unos consejos útiles que te pueden ayudar a sacarle el máximo provecho a tu día laboral, ponerte al corriente con tus pendientes y no hacer a un lado lo más importante en nuestras vidas, nuestros hijos.

Paciencia

Lo primero y más importante que debes tener es paciencia, ten calma y transmítele esa misma calma a tu pequeño. Sabemos que es difícil que tu hijo te vea tan cerca pero que no están en el mismo canal, mientras él está estresado porque no lo quieres ayudar a armar un rompecabezas por milésima vez, tú lo estás porque no puedes terminar tus pendientes, lo cual genera un entorno estresante para ambos y terminas por no hacer ninguna de las dos. Cuando ambos están tranquilos y pacientes, las cosas van a fluir mejor. Ten paciencia con tu pequeño, para su edad aún no comprende qué pasa y por qué no puedes conectar con él las 24 horas del día.

Fija horarios, pero no te bases en los tradicionales

Tanto para ti, como para tus hijos, los horarios podrán ayudarles más de lo que crees. Crea horarios de trabajo para ti y hazlo a la par con horarios de actividades y sueño para tu pequeñito.

Tal vez pueda resultar complicado que trabajes en un horario corrido, más aún hablando de niños tan pequeños, por lo que tendrás que sacarle el máximo provecho a los tiempos “libres”. Aprovecha al máximo las siestas matutinas y vespertinas.

Si tu pequeño duerme hasta pasadas las 9am, puede ser una opción madrugar un poquito para alcanzar a hacer lo más importante sin ninguna distracción.

No dejes a un lado el aprendizaje de tu pequeño, ponle actividades que lo mantengan entretenido y tú puedas enfocarte en lo tuyo. Procura que estas actividades no conlleven riesgo con piezas pequeñas o cosas que pueda ingerir o accidentarse, así podrás despreocuparte mientras ambos se mantienen ocupados en lo suyo.

Una gran opción son las actividades Montessori que lo pueden ayudar muchísimo en su desarrollo de habilidades motrices.

Trata de llevar a la cama a tu pequeño a partir de las 8pm, así tendrás tiempo también para que tú descanses y si por algo te faltó un pendiente, tengas un margen de tiempo para sacarlo sin tener que desvelarte. Procura que por las noches no te ocupen más de una hora, para que tu cuerpo y mente también descansen.

Descansar bien y no trabajar hasta tarde es clave para que puedas tener un día más productivo y satisfactorio.

Al final de tu día, arma tu lista de pendientes del día siguiente para poder empezar un nuevo día sin distracciones y yendo directo al grano.

Tu espacio y el de tu pequeño

Ya sea que tengas oficina en casa o lo hagas desde el comedor, trata de respetar siempre TU ESPACIO y que generalmente sea el mismo, los niños desde muy pequeños tienden a observar e imitar las acciones de los adultos, por lo que comprenderá que mamá tiene un espacio donde estará concentrada, además de que para realizar sus actividades él tratará de hallar también su propio espacio. Si puedes, proporciónale una mesita y una sillita, será más fácil para ambos.

Una carga de trabajo adecuada

Un gran error es querer tener la misma o mayor carga de trabajo que si no tuviéramos hijos, pero algo que debemos tomar en cuenta es que no podemos hacer más de lo que nuestros horarios, hijos y organismo nos permiten.

Tómalo siempre en cuenta, crea prioridades con tus tareas y organiza tu agenda de trabajo.

Algo que te puede permitir tener más tiempo, sobre todo cuando tienes algo de suma importancia en tu trabajo es pedir ayuda. Contar con el apoyo de vez en cuando de la abuela, tía, suegra o demás pueden darte ese tiempo crucial que tu trabajo demanda y sentirás que todo fluye.