Los últimos meses hemos vivido días que parecen irreales, donde los abrazos, los saludos de mano, incluso los besos se han convertido en armas mortales para las personas.
La sana distancia, el cubrebocas y la limpieza personal es de suma importancia ya que cuidando de nosotros podemos cuidar de los otros, aunque las cosas parecen estar tornándose a nuestra antigua realidad, está claro que nada volverá a ser igual, pero eso no quiere decir que vaya a ser peor, quiere decir que tenemos la oportunidad de renovarnos.

Adaptarnos a un mundo virtual puede parecer un poco futurista, pero esa es la nueva normalidad y entre más nos resistamos, perderemos grandes beneficios que esto nos podría traer, como la comodidad de trabajar desde casa, comunicación instantánea, un estilo de vida menos contaminante y miles más que podríamos estar agregando a lista.

Claro está que las relaciones entre nosotros, nunca podrán ser sustituidas como esas charlas con la familia, las salidas de fiesta con los amigos, los enormes abrazos de nuestros abuelos y el cariño que nos brinda la gente que queremos que por lo pronto están en pausa, pero habrá un tiempo en el que todo eso continuará…