Recuerdo llegar a la oficina como cualquier día de trabajo, saludo a todos mis compañeros con singular alegría sin saber que dentro de unas horas más pasaría una de las vergüenzas más complicadas de mi vida.

Pasó por el escritorio de uno de los más interesantes y sobretodo talentoso de la empresa; saludó y después empieza mi día normal, con mi desayuno, trabajo, más trabajo, reuniones, hasta que el desayuno empieza a hacer efecto y las ganas de ir al baño empiezan a aparecer, como cualquier persona me levanto al baño a cubrir mis necesidades, pero para eso tenía que cruzar varias oficinas para llegar al baño y una de esas era la de la persona que me gusta.

Todo estaba con normalidad en el baño, pensé que mi día iba a ser muy normal, hasta que utilicé demasiado papel higiénico por que no sentía una limpieza total, lo tiré en el inodoro y entonces se tapó. Toda preocupada, esperé un rato para ver si al volver a jalar la palanca del agua se resolvería, pero nada de eso pasó y tuve que salir por el destapacaños hasta el cuarto de limpieza que se encontraba del otro lado pasando todas las oficinas. El recorrido fue fácil, no llevaba nada encima de lo cual avergonzarme, pero cuando tuve el destapacaños en mis manos me fue más difícil pasar con la mirada en alto, me repetía a mí misma que la historia del por qué lo llevaba entre manos era lo importante y no lo que la gente se imaginaba, pero como todos buenos mexicanos las bromas no faltaron.

Lo peor de todo es cuando iba pasando por el escrito de aquella persona que me gustaba, volteó la mirada de su escritorio para apreciar lo que yo tanto quería esconder. En eso salen las palabras de su boca fluidas como un río – ¿ocupas ayuda? - rematando con una sonrisa de orilla a orilla.

El coraje sustituyo la vergüenza en un segundo y solo voltee la cara a otra parte hasta llegar al lugar indicado. Fue hasta ese día en que me decidí a probar las toallitas húmedas flushable de PACIFICA que te dejan una sensación de recién bañado y son disolubles en el inodoro. Una vez utilizándolas te olvidarás de ese tipo de vergüenzas.